sábado, 17 de octubre de 2015

No escribo ni leo...

Hace un par de semanas conversaba con una conocida que ronda el cuarto de siglo. Como suele pasar, la conversación fluía y pasaba vertiginosamente de un tema a otro, y llegué a escuchar la frase que me llevó a escribir este artículo: "Yo escribo muy mal, tengo que mejorar mi escritura", y poco después la respuesta a una pregunta que asumo todos se harán en este punto: "No me gusta leer".

Ahora, cuando la gente me responde con esas palabras yo me pregunto: "¿No te gusta leer qué?" Porque en definitiva, a menos que se sea analfabeta, todos los días se lee algo. Pancartas y anuncios en las calles, el menú de algún restaurante, los mensajitos que se reciben en el celular, o los textos que acompañan las fotos del Instagram, pues sí, todo eso se lee. Leer es tan necesario como respirar.

Está claro que quien hace uso de esa frase que en mi opinión nos resta poder: "No me gusta leer", limita enormemente su existencia. Leer da poder. Okey, no es que quiera exacerbar sus ansias de poder, eso nos sobra bastante en este mundo, me refiero específicamente al poder que brinda el conocimiento. Nada más sabroso que el saber. Bueno, así lo veo yo. Por otro lado tenemos el gusto por viajar, el recorrido por la imaginación y todo eso. ¿A quién no le gusta transportarse al mundo de una buena novela? Y con novela no me refiero a la basura machista que transmiten por televisión y que lamentablemente algunas mujeres deliran por ver para matar su tiempo de ocio, me refiero a las novelas de verdad. Sí, esos textos escritos con historias de todo tipo, históricas o de ficción, y de todos los géneros, thriller, acción, policíacas, románticas, etc. De esos que nos obligaban (a algunos) a leer en la escuela. Creo que no hay país en el mundo occidental donde "El Principito" ("Le Petit Prince" o "The Little Prince") de Antoine de Saint-Exupéry no haya formado parte de los libros de lectura obligada en primaria. Si eres de latinoamérica, sin duda ahí no faltó "Cien años de soledad" de Gabriel García Márquez. La primera vez que lo leí, me dediqué a hacer el árbol genealógico de los Buendía porque es que si no lo haces te pierdes. Imagino que todos lo hacen... A los venezolanos de mi época nos tocó "Piedra de Mar" de Francisco Massiani, libro que me enamoró y cautivó hasta el sol de hoy, y con el cual he intentado cultivar el interés por la lectura en algunas personas, (aunque hasta ahora creo que no lo he conseguido).

¿Y qué hay de las bibliotecas?

Nada más maravilloso que tener una buena biblioteca en casa, aunque sea pequeña. Siempre hacen falta algunos clásicos, y poco a poco se le va agregando un libro por aquí y otro por allá. Lo moderno también es válido, se vale el Kindle o cualquier otro libro electrónico. La verdad es que brindan mucha comodidad por su poco peso y capacidad casi ilimitada, aunque admito que prefiero el libro impreso, el olor de las hojas es parte de la magia. 

Pero volviendo al punto inicial de este post, conversaba con alguien que me mencionaba su mala ortografía. ¿Y qué relación tiene esto con los libros?  Simple, el que lee, sin darse cuenta, va adquiriendo gran cantidad de conocimientos, tanto por el contenido de lo que lee como por la lectura en sí, ya que la continua observación de las palabras correctamente escritas, lo llevará a mejorar enormemente su ortografía, e incluso su capacidad de redacción y de expresión de ideas. No tenemos mala ortografía por fallar en nuestros estudios de primaria, tenemos mala ortografía porque no leemos. Y no se trata de tener un libro del tamaño de una patilla y del grosor de un diccionario, pero sí de buscar información sobre ese tema de interés (todos tenemos uno o varios), y leer un poco (aunque sea de vez en cuando). Quienes no lo hacen en la actualidad se encontrarán con un mundo maravilloso y quienes ya son ávidos lectores, pues, ya lo saben bien. En conclusión, no hay nada mejor que un buen libro.

P.D. No es fácil hacer un top 5 de los libros favoritos de todos los tiempos, pero haré un pequeño intento sin orden específico:

1. Piedra de mar. Francisco Massiani
2. Shogun. James Clavell
3. La Casa Noble. James clavell
4. Cien años de soledad. Gabriel García Márquez
5. 1984. George Orwell

Ya sé que James Clavell está repetido, ¿pero qué les puedo decir? Sus sagas asiáticas me fascinan.

¿Y cuál es tu top 5?

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