martes, 28 de julio de 2020

Es tu amigo fiel, y no, no hablo del perro...

El día de hoy de repente me planteé una duda existencial y trascendental: ¿El ser humano es fiel por naturaleza? La primera reacción sería decir que no, que somos un animal más, que la fidelidad es una construcción social y bla, bla, bla, bla... Inesperadamente, y para el tema que nos compete, yo diría que sí. En realidad hoy vengo a hablarles de la fidelidad desde un punto de vista un tanto inesperado, y digo inesperado porque lo que me llevó a pensar en ello fue un elemento muy particular y nada relacionado a lo que puedan estar pensando. Sin embargo, esta fidelidad de la que hablo aquí es tan real como la vida misma, porque si en algo el venezolano da una muestra de fidelidad (y aquí reduzco el universo estudiado al gentilicio que nos atañe), es nuestra fidelidad a un elemento clásico y que muchos dan por sentado, pero que cuando no lo tienes a mano (como es mi caso), descubres lo especial que puede llegar a ser. Por eso, y por todo lo demás que describiré brevemente a continuación, hoy he decidido hablarles de un elemento muy singular de nuestra querida ciudad capital: El kiosco.

Sí, lo sé, claro que Caracas está lejos de ser la única ciudad con quioscos o la inventora del kiosco propiamente dicho, además, en toda Venezuela hay kioscos. De hecho, la palabra kiosco viene del vocablo francés kiosque, que a su vez viene del turco kioshk (cuyo significado es mirador), pero no puedo hablar de la fidelidad o la importancia del kiosco para los franceses porque desconozco qué tan fieles sean (más bien tienen fama de no serlo), pero ese es otro tema. Y como ya me estoy yendo por la tangente (no raro en mí), vuelvo al tema en cuestión, hoy les hablaré del kiosco.

Empecemos por el principio: 

Y ¿qué es un kiosco? Si nos vamos con la definición de la RAE en su segunda acepción, un kiosco es una "Construcción pequeña que se instala en la calle u otro lugar público para vender en ella periódicos, flores, etc.", pues sí, esa es la definición BÁSICA de un kiosco, pero en Caracas, un kiosco va mucho más allá de eso. 

PARÉNTESIS Y LA PREGUNTA DEL DÍA: 

Ajá, ¿es quiosco, kiosco, kiosko o quiosko? O, hablando coloquialmente, ¿cómo se escribe esa guarandinga? Resulta que aceptadas están dos grafías, así que ni se preocupen que no lo han estado escribiendo mal toda la vida: es quiosco o kiosco (a menos que lo escribas con "K" en el "KO" ahí si te rasparon).

Mi lugar favorito...

Sé que son miles los kioscos que tiene Caracas, pero solo puedo hablar de los que me son más cercanos. Y es que, volviendo al tema que nos trajo hasta aquí, uno es totalmente fiel a su kiosco. Eso de pararse a comprarle un chocolate a otro kiosquero es como montarle cachos al novio, no, no no, no... ¡Imperdonable! 

Además, los kioscos en Venezuela (al menos antes de que nos alcanzara el infortunio), no son (quiero y necesito pensar que siguen siéndolo) unos simples espacios de ventas de periódicos y revistas. ¡No, no, no! En un kiosco de Caracas usted consigue lo que necesite y lo que no también: ¿Pasta de dientes? Te lo tengo. ¿Afeitadora? Te lo tengo. ¿El New York Times? Te lo tengo. ¿Revista alemana de música ROCK en alemán? Te lo tengo. ¿Calculadora científica para el examen que tengo en media hora? Te lo tengo. ¿Una Coca-Cola bien fría? ¿Por quién me tomas? Diría José. Ya hablaré de José más adelante. 

Por todo esto y más, aquí les voy con algunas imágenes, detalles y curiosidades de algunos kioscos emblemáticos del sureste de la ciudad de los que fui asidua durante diversas etapas de mi vida. 

Kioscos de Manzanares:




Este es un dos por uno. De niña, mi mamá me daba 20Bs de los antiguos, nada de fuerte o soberano... (sí, ya recojo la cédula), y yo me gastaba hasta el último centavo en chucherías en esta dupleta (en realidad en el que está a la izquierda más que en el otro porque estaba mejor surtido.) Ahí conocí todas las chucherías que en mi infancia no había podido conocer: Me atiborré de Bip bip hasta que mi lengua no podía ponerse más morada, papas fritas Ruffles, cajitas de Nerds, chocolates Galak y un larguísimo etc. Hasta vendían pan cuadrado (y aquí lanzo de nuevo muy orgullosa mi cédula al piso) Puropan y Holsum. No olvidemos los álbumes de barajitas de cualquier mundial, serie animada o película, o grupo juvenil del momento. 

Kiosco Manza-este:

Este kiosco en realidad está antes de entrar a Manzanares, y existía antes de que crearan el inmenso centro comercial que ahora está a unos 50 metros. Este era parada obligada si ya habías salido y te acordaste tarde que olvidaste comprar algo. Este era algo así como el resuelve. 



El kiosco de Colinas de Bello Monte...

Este kiosco tiene su nombre, Genesis-Nitopi, siempre considerado como una salvación porque está un poco en medio de la nada y tiene (o tenía) de todo. Para mí, era el kiosco de emergencias de regreso cuando usaba esa ruta verde (entre muchas otras, porque siempre evitaba la autopista como la plaga). Para mí, es un oasis para los habitantes de Colinas. 



El de Cumbres...

Y llegamos al rey del pescao frito, mi kiosco, el mío (y de al menos un millón de personas más, pero no importa), el que sabe qué revista leo, cuántos litros de Coca-Cola consumo a la semana, cuál es mi chocolate favorito, qué caramelo prefiero, el que me conoció la revista de adolescente, el que hasta me vio una mañana en la portada del peródico y le avisó a mi papá, y un interminable etcétera, mí kiosco, el de otro millón de personas y el kiosco de José... Ahí me cansé de comprar barajitas para los mundiales. A mí nunca me daban para la caja, pero sí para 5 o 6 sobres al menos 2 veces por semana después de los respectivos ruegos a mi mamá. (Algo es algo). 



Los curumeños, y todos los que usan Cumbres de Curumo como vía de paso, aman (y amar se queda corto) el kiosco de José. Es que el kiosco de José tiene todo lo que un kiosco podría tener y mucho, mucho más. Y si algo te parece exagerado, no solo te lo tiene, sino que va más allá. No es extraño ver al menos 8 carros estacionados frente al kiosco durante todo el día. Es el kiosco de toda la vida de muchísima gente y de gran parte de mi familia también. 

 ¡Gracias, José!

Mi amigo el kiosquero:

Alguna vez leí en un libro sobre inmigrantes argentinos y sus experiencias al llegar a Venezuela, que en Argentina es muy frecuente ir al psicólogo, pero que en Venezuela la gente no acudía a un psicólogo porque sentían que si lo hacían los iban a catalogar de locos. La típica frase: "¿Para qué voy a ir al psicólogo? Ni que estuviera loc(a)" aplica aquí. Al argentino del libro esto le impactó, pero yo le diría que una de las razones por las que probablemente no vamos al psicológo es que todos tenemos a nuestro kiosquero de confianza. Piénsenlo, un confidente, un amigo al que acudimos a diario, que siempre está a la mano, es gratis (para las confidencias, claro está) y siempre está disponible en horario comercial. ¿Qué más podríamos pedir? 

Y para concluír, y porque el kiosco alberga en nuestro corazón un lugar muy especial, aquí les dejo una canción que me encanta del grupo venezolano Los Mentas que se llama (¿cómo no?) "El kiosco". 



En conclusión, uno es 100% fiel a su kiosco. ¿No les parece?

sábado, 4 de julio de 2020

Las montañas de mi vida...

Hace un tiempo descubrí que defino a una ciudad en función a sus montañas (o falta de ellas), o, en otras palabras, que me gusta vivir en una ciudad con montaña(s). Las ciudades planas me desorientan, y no me siento en casa sin la presencia de una montaña cuya vegetación brinde cobijo a la ciudad. Es por esto que les presento a continuación un post al que he denominado "las montañas de mi vida":


Vitosha:


El Vitosha es una montaña de unos 2295 metros de altitud a cuyos pies se encuentra la hermosa ciudad de Sofía. Sofía es la capital más antigua de Europa, (habitada ininterrumpidamente desde el 7000 a. C.) y cuenta en la actualidad con aproximadamente 1.250.000 habitantes. 



El Vitosha fue la montaña en la que hice mi primera excursión y la montaña en la que aprendí a esquiar y me gané mi primer banderín en esa disciplina, pero lo más especial sobre el Vitosha para mí es que lo veía cada mañana al despertar, pues la vista de mi cuarto y balcón daba hacia esa imponente montaña. Ver sus picos nevados en invierno es un deleite para los ojos. Una sola mirada al Vitosha te cautiva y hará que no lo olvides jamás.




Sierra de Madrid:


La Sierra de Guadarrama (también conocida como la Sierra de Madrid), es una formación rocosa cuyo pico más alto está a 2428 metros. Aunque la sierra está bastante cerca de la ciudad, se necesita viajar aproximadamante una hora y cuarto para llegar hasta ella, así que no puede decirse que las montañas formen parte de la ciudad, por el contrario, Madrid es una ciudad completamente plana, desde donde se ve, a lo lejos, las hermosas montañas de la Sierra de Guadarrama. Algo que me impresionó al vivir en las afueras de esta ciudad, fue la capa de smog claramente visible al acercarse por la autopista hacia la ciudad propiamente dicha. Algo asombroso (pero no en un lado positivo). Una clara muestra de la contaminación. Es una ciudad a la que también le hace falta verde. Pocos árboles en una ciudad árida y extremadamente seca. Le hace falta un cariño natural a esa ciudad.



Sierra de Collserola (Tibidabo): 


Barcelona cuenta con la Sierra de Collserola, una cadena montañosa que rodea la acogedora ciudad de Barcelona. Para mí, Barcelona es una ciudad maravillosa para vivir. Disfruté muchísimo mis años en esa urbe que no es una megametrópolis, pero tiene todo para denominarse una gran ciudad. El recorrer la parte más elevada (los 512 metros del pico Tibidabo) de sus pies a la playa en 45 minutos a pie, es energizante y reconfortante. Aunque es una montaña bastante pequeña, el Tibidabo (y el castillo de su parque de atracciones en la cima), le dan un toque mágico a una ciudad ya de por sí encantadora. Volvería a vivir en Barcelona sin pensármelo mucho. Libros como "La Sombra del Viento" del recientemente desaparecido físicamente Carlos Ruíz Zafón,  o "La Catedral del Mar" de Ildefonso Falcones, son un gusto de leer una vez has vivido en esta ciudad. Barcelona, para quienes hemos vivido en ella, es de esos lugares que se quedan contigo siempre. 




Cerro el Morro:


Puerto la Cruz para un venezolano representa playa, arena y mar Caribe, pero a pesar de ser una zona costera que te hace pensar en cocada y agua salada, es una ciudad rodeada de cerros, siendo el más cautivante el cerro El Morro. Aunque subirlo es un paseo de 30 minutos, es un pulmón anímico para la ciudad. Cientos de habitantes suben los fines de semana para hacer ejercicio y gozar de la hermosa vista. Las construcciones en lo alto a veces causan impresión por lo audaces y estrafalarias, como la casa pirámide, pero pasan a formar parte de las particularidades de esa ciudad suave y soleada que es Lechería. Puerto la Cruz/Lechería no es para toda la vida, pero sí un buen año sabático para cualquiera. 




Y no podía faltar la imagen de la casa Pirámide:



El puente sobre el lago:


Maracaibo no es sólo una de las ciudades más calientes de Venezuela, (o más fría como dicen los zulianos debido a los aires acondicionados a 16 °C), sino que además parece, como Madrid, una ciudad infinita por lo plano. La enorme diferencia entre Maracaibo y Madrid en ese aspecto es que Maracaibo se desarrolló junto al lago más grande de América del Sur, el famoso lago de Maracaibo. El lago es tan grande que parece un mar, tranquilo y sereno, a cuyas faldas se desarrollo una urbe de concreto a la que, también como a Madrid, le hace falta mucho verde. Es que para mí, el verde es también esencial para sentirme a gusto en una ciudad. Sin árboles no hay vida. 




Mención especial merece el famoso puente sobre el lago (General Rafael Urdaneta), una estructura de hormigón armado con una longitud de 8678 metros. Sus reflectores le dan un encanto a la noche marabina y recorrerlo es una experiencia gratificante. 





Mont Royal:


El Mont Royal, con una elevación de 233 metros, es una pequeña montaña ubicada al oeste del centro de la Isla de Montréal. Es para mí un pequeño cerro que, al verlo desde la autopista elevada que cruza la ciudad, me brinda calidez, ya sea verano o invierno. Es también un hermoso fondo para los rascacielos de la ciudad. El Mont Royal es el lugar ideal para hacer una pequeña excursión una tarde de otoño, o un picnic con amigos durante el verano. 



Al igual que Barcelona, Montreal es para mí una ciudad sumamente agradable para vivir. Ese mismo sentimiento de que posee todo lo necesario para ser una gran ciudad sin ser una megametrópolis, y el que tenga en este caso el enorme río San Lorenzo a su lado, hace que la ciudad sea agradable para recorrer a pie, especialmente en verano, pero incluso durante el frío invierno. 



El Ávila:


Y llegamos a mi ciudad, la sultana de El Ávila, y mi amado cerro. El Ávila es el pulmón vegetal de mi querida Caracas, una cadena montañosa que forma parte de la cordillera de la costa. El Ávila es también una montaña majestuosa, que con sus 2765 metros de altitud impresiona a cualquiera. La primera vez que subí al Ávila (que pueda recordarlo) fue en el antiguo teleférico (de grandes cabinas rojas) y tendría unos 5 años. Recuerdo este paseo vivamente por ser también la primera vez que patiné sobre hielo en su pista ubicada en el parque que se encuentra en la cima. 



Las vistas desde el teleférico, y especialmente desde el Hotel Humboldt en su tope, son envidiables.



La primera vez que subí al Ávila a pie tenía 13 años y fui al sector Los Venados y luego a La Zamurera. Desde ese día, fueron muchas las excursiones (ya sea como actividad física o recreativa) que hice a nuestra amada montaña. Las vistas de la ciudad que los diferentes picos nos ofrecen son impresionantes. Años después de esa primera excursión, tendría el gusto de formar parte de una agrupación voluntaria de socorrismo cuya misión principal es la protección de este parque nacional, combatiendo los incendios forestales que en nuestra montaña se dieran para evitar su propagación. Un honor para cualquier caraqueño el poder cuidar de su montaña. 


La realidad es que, para todo habitante de Caracas, que el Ávila sea lo primero que vemos al despertar y lo último antes de irnos a dormir es un enorme privilegio que nadie da por sentado. 



Durante todos los años de mi vida que he vivido en Caracas, he disfrutado inigualablemente el vivir a los pies de tan hermoso y majestuoso paisaje natural. Una tarde de cielo azul y los incontables colores de la montaña son todo un espectáculo, siempre distinto, irrepetible y nunca decepcionante. 



Y aunque el resto de los venezolanos (no caraqueños) suele burlarse de la presencia de un cuadro de El Ávila en toda casa de un caraqueño fuera de Venezuela, es que sí, es un hecho, nada como El Ávila. 


Y el extra treat... 


El monte Fuji:


El monte Fuji es une extra treat porque Kioto u Osaka no son ciudades donde haya vivido exactamente (he pasado largos periodos de más de mes y medio en la región en varias ocasiones, pero no he vivido ahí aún), pero sí es una montaña/volcán que siempre tuve curiosidad por conocer y que, cuando la vi por primera vez, me dejó sin habla. Es tan majestuosa como te lo hace pensar todo lo que se dice de ella. Cuando viajas en Shinkansen (tren bala) y lo ves por los ventanales del tren, sientes que es el paisaje perfecto para ese país tan culturalmente rico y que encierra para los occidentales algo de misterio. La mezcla de modernidad y respeto a lo histórico y local, es uno de los mayores patrimonios de la cultura nipona, y Fuji-san, con sus 3776 metros de altitud y su pico nevado, es un clásico ejemplo de ello. 



Y hasta aquí llega este breve vistazo a las montañas de mi vida (hasta ahora), no tengo duda de que me quedan muchas más por disfrutar. ¿Es para ti importante vivir en una ciudad con montañas? Si lo deseas, cuéntamelo en los comentarios. 


¡Hasta la próxima!


sábado, 30 de marzo de 2019

Mi casa a la que siempre puedo volver...

A veces amigos o conocidos me preguntan si sufro extrañando a Venezuela y particularmente a Caracas porque siempre publico fotos de ella o hablo de su belleza y magnanimidad con frecuencia, y la realidad es que tengo una relación muy particular y especial con Caracas porque es la ciudad de donde soy aunque no nací ni crecí en ella (pero sí con ella). Verán, para mí Venezuela siempre ha sido la casa a la que siempre puedo volver. Crecí así, con ese sentimiento, porque pasaban los años y no estaba ahí, iba y venía, unos años aquí y otros allá, pero Venezuela siempre era eso, "mi casa a la que siempre puedo volver", donde me esperaban los plátanos fritos, Choroní, mi amada Cumbres, el friito de enero, mi cerro, el verde, los inigualables cielos azules de diciembre, mi Henry Pittier y mi mar Caribe en todo su esplendor. Cuando te bajas del avión en Maiquetía y huele a mar, sabes que estás en casa. Pues eso, para bien o para mal, yo no sufro al no estar en Venezuela (o más específicamente en Caracas), porque así siempre ha sido mi relación con ella. Un querer y un amor en la distancia, como una pareja que vive en ciudades distintas. Hace unos meses, no recuerdo ya cuantos (no muchos), por alguna razón leyendo una noticia sobre Venezuela, se me salieron las lágrimas y me sentí sumamente triste, y me pregunté el por qué de ese sentimiento tan repentino. Y la única respuesta que pude darme fue que, ese día, por primera vez en toda mi vida, no sentí a Venezuela como mi casa a la que siempre puedo volver, y ese sentimiento me llenó de una infinita tristeza. Afortunadamente, fue un sentir pasajero, porque todo está en movimiento y cambio constante, y sea antes o después, tu casa, que es también la mía, volverá a ser aquella a la que todos podemos volver. Mi Venezuela, mi Caracas, mi Cumbres y mi Choroní, las quiero como siempre, bonito, con emoción y con orgullo. Las admiro desde mi humilde rincón ante su magnanimidad y su belleza, la belleza propia de lo que se construye con amor. Eres y siempre serás apreciada por tus hijos de buena voluntad, estén estos donde estén, y aún con las heridas de guerrera que orgullosamente llevas. Espérame, casa a la que siempre puedo volver, como lo has hecho desde que tengo recuerdos. Para la próxima, te prometo recibirte con una gran sonrisa. 💛💙❤️

viernes, 1 de diciembre de 2017

Te quiero


Mi tierra querida
La tierra de mis padres y mis abuelos

Te quiero como a cada nota de esas melodías creadas en tu honor
Te quiero como el olor de las hallacas recién abiertas
Te quiero como la belleza de la orquídea que florece en esa selva que puede ser un jardín
Te quiero en el olor del café recién colado
Te quiero en el olor a lluvia
Te quiero en el cielo azul de diciembre
Te quiero en el abrazo de ese amigo que te ve todos los días pero te abraza como si no hubiera mañana
Te quiero en el "yo te llevo" de esa persona que apenas acabas de conocer hoy
Te quiero en la sonrisa del desconocido
Te quiero y te querré siempre

jueves, 30 de noviembre de 2017

De la navidad criolla y sus tonadas...

"Faltan cinco pa las doce, el año va a terminar, me voy corriendo a mi casa a abrazar a mi mamá..."

Todo venezolano que se respete escucha y corea esta canción el 31 de diciembre, eso es algo que viene implícito en nuestro ADN. Uno la escuchó desde la barriga, pues, así que se podría decir que nacimos con ella.

Como la canción venezolana del cumpleaños (a esa fácilmente podemos dedicarle un artículo aparte o incluso dos), hay ciertas tonadas decembrinas con las que los venezolanos crecen. Y en estas fechas, aquellos que se encuentran lejos de su terruño (como yo), solemos recordarlas con cierta nostalgia, añorando de alguna manera a esa Venezuela que fue y ya no es, pero que sigue viva en nuestra mente y corazones.

Por eso, y porque a mí eso de viajar por los recuerdos me gusta y me entretiene, aquí les dejo ciertos datos curiosos sobre algunas de esas canciones decembrinas que a veces nos arrugan el corazón pero a la vez nos brindan cierto consuelo y una gran alegría.

1. "Cinco pa las doce"

Esta canción fue compuesta en 1963 por el venezolano Oswaldo Oropeza, y popularizada por el cantante y actor venezolano, Néstor Zavarce. Esta canción lo consagró como cantante, y se convirtió en un clásico navideño en casi todos los países de habla hispana. En Colombia también se canta minutos antes del año nuevo.



La costumbre con esta canción es buscarla en una emisora de radio (normalmente AM), para escucharla antes del conteo regresivo de fin de año, y dar así paso al nuevo año con la emoción y nostalgia que transmite la canción. Sin duda, ¡un clásico entre los clásicos!


2.  "Año nuevo, vida nueva"

"Año nuevo, vida nueva, con salud y con prosperidad..." Esta canción no solo es un clásico de toda navidad venezolana, sino que pone a bailar a todo el mundo. Nuestra maravillosa y felizmente recordada orquesta Billo´s Caracas Boys fue la encargada de brindarnos este alegre y pegajoso merengue tropical que nunca falta en nuestras celebraciones decembrinas, y suena especialmente, al igual que la anterior, el 31 de diciembre. ¡Gracias, Billo Frómeta!



3. "Esplendida noche"

Este es un aguinaldo cuyo autor es  Ricardo Pérez. Pero más que datos sobre la canción, aquí deseo hablarles del género en cuestión.

El aguinaldo es una evolución del villancico europeo, y, aunque cada región tiene sus aguinaldos, en general se basan en ser cantos relacionados al nacimiento del niño Jesús. Los aguinaldos vienen acompañados de la tradición de ir de casa en casa para celebrar frente a los pesebres. El pesebre es también una gran tradición en los hogares venezolanos, y es mucho el esfuerzo y empeño que emplean las familias venezolanas en hacer de él algo especial, intentando superarse año tras año. En algunas calles incluso se hacen concursos para escoger el mejor pesebre de la cuadra.


Como dato curioso, han de saber que en Venezuela se interpretan aguinaldos en las llamadas misas de aguinaldo, siendo el nuestro el único país en el que la iglesia católica ha permitido este tipo de cantos festivos, ya que se trata de veneraciones al niño Jesús.

Otro aguinaldo interesante y que deseo compartir con ustedes, es "Noche Decembrina", siendo esta la interpretación de Morella Muñoz. En lo particular, siempre disfruté mucho de este aguinaldo, el cual aprendí e interpreté con el coro escolar.


¡Excelente interpretación la de Morella!

4. "Sin rencor"

Aunque los zulianos darán un grito al cielo por esto, pues consideran que esta canción es la menos representativa del género, esta gaita es un gran clásico de las navidades venezolanas. ¿Quién no corea esta canción sintiendo cómo se le aguan los ojos? "Sin rencor" es una oda al amor, que nunca falta en las gaitas escolares.



Aprovechando la ocasión, les dejo un video de un clásico grupo de gaitas escolar. Así como en EE.UU. hay grupos de porristas que compiten, en Venezuela tenemos los grupos de gaitas, quienes compiten anualmente por llevarse el título de campeones en los intercolegiales. Otra tradición navideña venezolana, al igual que las patinatas y las hallacas. :-)



5. "Fuego al cañón"

Esta canción está en la delgada línea entre lo que es el aguinaldo y la parranda, pero en todo caso es todo un clásico que considero ha de ser la primera canción navideña que todo niño venezolano aprende en el colegio, pues la letra es corta y sencilla. Sinceramente, creo que fue la primera que me aprendí yo.

"Fuego al Cañon" fue originalmente interpretada por “Los Tucusitos” (video adjunto), grupo venezolano fundado en 1959 por el director y profesor Moisés Peña.




6. "El año viejo"

Esta canción tiene una historia interesante que une a tres países latinoamericanos. El intérprete de la versión que llevó esta canción a la fama es el mexicano Tony Camargo. Este artista mexicano grabó una versión de "El año viejo", compuesta por el colombiano Crescencio Salcedo, en México para su primer larga duración en el año 1953. Esto lo hizo después de haber escuchado la canción en un viaje de trabajo que hizo a Caracas. 


Independientemente de su curioso origen, esta canción es sin duda, escucha obligada en los hogares venezolanos el último día del año. 

7. "Cantares de navidad - Mix"

Sé que me repito con la Billo´s, pero es prácticamente imposible evitarlo con el gran repertorio navideño de esta inigualable banda venezolana que, durante décadas, puso a bailar a los venezolanos hasta altas horas de la madrugada. 



Hoy, los venezolanos seguimos bailando al son de esta música tan maravillosa, pero lamentablemente ya no en vivo. Y no es que la banda no exista. De hecho, otro dato curioso es que en la actualidad existen dos bandas llevando su nombre, bandas en manos de herederos de José María Frómeta, quienes lamentablemente se disputan los derechos legales. Y aunque sigan presentándose, ninguna copia puede superar a la original.

En resumen...

Esta lista no es más que un abreboca, claro está, pero cuéntenme ustedes qué canción de la navidad venezolana consideran lo suficientemente emblemática para ser agregada a esta lista. Me gustaría conocer su opinión.

Aprovecho la oportunidad para desearles una muy feliz navidad a la venezolana, estén donde estén. Ya sabemos que no hace falta estar físicamente en Venezuela para tener una celebración a la venezolana y por todo lo alto. 

¡Un abrazo a todos y felices fiestas!



martes, 26 de julio de 2016

Los borregos muy bonitos y arreglados...

Yo no quiero ser un borrego. Nunca lo he querido ser. Verme obligada a llevar uniforme en el colegio fue un duro golpe aunque por suerte ya lo superé. Me gusta decidir qué comer, cómo comerlo, cuándo comerlo, dónde comerlo. Me gusta cambiar de ruta cuando voy al trabajo o a clases. Me gusta seguir mi ritmo. Así somos los seres humanos. Nos gusta tomar decisiones, decidir, hacia dónde vamos con cada uno de nuestros pasos, decidir qué somos, cómo somos y hasta cuándo lo somos.

Entonces ¿por qué los venezolanos nos dejamos tratar como borregos? ¿Quién le hizo creer a un puñado de "hombres" que podían tratar a todo un colectivo como a unos borregos? ¿Cómo  nos hemos dejado manipular de esa manera?

La respuesta es muy sencilla y bastante patética: Solo vemos lo que queremos ver. Ignoramos lo que nos rodea sin querer aceptar que nos reducen la burbuja día a día.

1. Controlan los poderes públicos. ¿Qué importa? YO no entiendo de eso ni me veo afectado. (Al menos no lo veo así o no me doy cuenta).
2. Fomentan el surgimiento de grupos violentos y la proliferación de armas de fuego ilegales. ¿Qué importa? YO no vivo en un barrio y por ende no me veo directamente afectado. (O eso creo).
3. Despidieron a los empleados de PDVSA. ¿Qué importa? YO no soy trabajador de PDVSA.
4. Expropian tierras. ¿Qué importa? YO no soy propietario de ninguna de las tierras expropiadas.
5. Permiten y fomentan la invasión de terrenos e inmuebles. ¿Qué importa? YO no soy propietario de ninguno de esos inmuebles o terrenos invadidos.
6. Impusieron la Ley Resorte a los canales de TV y radios. ¿Qué importa? YO tengo DirecTV o cable.
7. Cerraron RCTV. ¿Qué importa? YO tengo DirecTV o cable. Además, quedan otros canales y emisoras.
8. Cerraron 136 emisoras de radio. ¿Qué importa? YO casi no escucho radio. Además, quedan otras.
9. Han permitido que Caracas se convirtiera en la tercera ciudad más peligrosa del mundo, con más de 100.000 homicidios en la última década. ¿Qué importa? YO no conozco a ninguno de esos asesinados, eso es en los barrios y NO me afecta.
10. Quitan la luz y el agua hasta por 24 horas seguidas. ¿Qué importa? YO vivo en Caracas y ni me entero. (Caracas es Caracas y lo demás es monte y culebra. Salvo Margarita y Puerto la Cruz, que son para Carnaval y Semana Santa).
11. Permiten el incremento de la delincuencia debido a la impunidad. ¿Qué importa? YO no me he visto afectado. Si me roban el teléfono me compro otro.
12. Quitan la luz y el agua por varias horas en Caracas. ¿Qué importa? YO en mi edificio tengo tanque de agua, y aunque es molesto que quiten la luz, al menos tengo el celular para seguir conectado.
13. Expropian empresas. ¿Qué importa? YO no soy dueño de esas empresas, a mí no me afecta.
14. No hay comida en los supermercados. No hay pan, no hay leche, no hay huevos, no hay carne, pero sí un abominable engendro denominado bachaquero, engendro que YO fomenté al acceder a él cuando apareció la primera cola y YO opté por caer en el juego.

En conclusión, los venezolanos somos seres frívolos (TODOS). Solo nos importa llevar cosas de marca, estar a la moda, ir a la playa los fines de semana y durante las vacaciones, comprar el puto Smartphone para que "otros" vean que lo tengo, aún sabiendo que arriesgamos la vida por tenerlo. (Cosa que no debería ser así, pero tristemente es y seguirá siendo a menos que haya un cambio).

Devalúan la moneda en un 300% y salimos como borregos a comprar televisores, consolas de videojuegos, refrigeradores, Smartphones y cualquier otro artefacto electrónico. ¿Será que antes de la devaluación todos los que salieron a comprr no tenían televisor en su casa? Lloramos y pagamos cantidades desorbitantes por tener un carro nuevo (si es una camioneta mejor). ¿Será que entre más grande es el carro más poderosos nos sentimos? Ni hablar de los famosos Smartphones, un producto con un precio que supera con creces (¿qué no lo hace hoy en día?) el sueldo mínimo, pero que los venezolanos, al parecer, necesitan más que el aire para sobrevivir. Lo más triste del asunto es ver gente comprándolos por segunda o tercera vez después de que se los han robado a mano armada.

El país se nos cae a pedazos día a día. Desde hace ya bastante tiempo no podemos salir de día ni mucho menos de noche sin arriesgar la vida. Ahora incluso la arriesgamos en el colegio, en el trabajo, en la universidad, hasta quedándonos en casa. Todos podemos ser alcanzados por una bala perdida. Nuestra vida no tiene ningún valor, sino pregúntenselo a quien haya perdido a un amigo, a un hermano, a un padre, a un hijo.

Somos unos frívolos borregos que nos dirigimos muy bonitos y arreglados al matadero.

YO no quiero ser un borrego. Nunca lo he querido ser. No sé tú...

Jihan Carrasquero Uzcategui

"La verdadera tragedia de los pueblos no consiste en el grito de un gobierno autoritario, sino en el silencio de la gente". Martin Luther King.

P.D. Este texto lo escribí el 24 de enero de 2010 (salvo el punto 14 que me fue imposible no agregarlo). Tristemente, hoy sigue vigente, solo que ahora somos borregos hambrientos no tan bonitos ni perfumados, pero sin duda ya más cerca del matadero.

viernes, 8 de julio de 2016

De dimes y diretes...

Cotilleo, chisme, chismorreo, habladurías, murmullos y hasta comadreo (o en todo caso compadreo, pues sabemos que más chismosos son ellos). Cuántos sinónimos para una acción que en la mayoría de las culturas se considera negativa, aunque admitámoslo, tiene un toque pícaro y juguetón que todos adoramos.

El chisme nació con el ser humano, ¿qué sería de la civilización sin él? Probablemente no estaríamos aquí, seguramente el planeta estaría dominado por cucarachas gigantes que, libres de la amenaza humana, se habrían desarrollado y... esperen, estoy divagando mucho, esto no es un guión de ciencia ficción y cucarachas mutantes, disculpen, vuelvo a lo que nos ocupa. Como les iba diciendo, el chisme es algo intrínseco del ser humano: "Susanita pasó por aquí ayer a dejar unas cosas, y la vi esquelética. ¿Es que no lo sabes? Se está divorciando, resulta que el marido la ha dejado por una jovencita de 25. ¡No puede ser! Sí, chica. Muérete que el viejo Ramón se lo tenía muy escondidito, ya decía yo que eso de que llegara tan risueño todas las noches no era muy normal que digamos, con lo amargado que ha sido siempre..." Y bla bla bla... Típico chisme de 15 segundos entre vecinas. ¿Pero qué seria de la vida sin el chismoreo? ¿Se lo imaginan? Eso sí, hay que decirlo, dejaríamos desempleados a muchos. Imagínenlo: ¿Cuántos canales de TV y revistas subsistirían sin la prensa rosa? Probablemente muy pocas. ¿Y qué es la comunicación social más allá de la transmisión en masa de una gran cantidad de chismes? Estirando un poco el concepto, claro está, pero es así.

Ahora a lo largo de la historia, han habido una serie de chismes que está comprobado han cambiando el curso de la historia y han marcado un gran hito, y por diversión, a continuación les expongo algunos de ellos:

- Napoleón Bonaparte, contrario a lo que dicen las malas lenguas, no era un hombre bajito. Medía 1,69cm, siendo un hombre alto según la media de los franceses para la época.

- Los vikingos no usaban cascos con cuernos. Este casco de cachos laaargos y puntiagudos se popularizó a raíz de la ópera de Richard Wagner, "El ocaso de los dioses", la cuarta y última que compone el ciclo de "El anillo del nibelungo" de 1870.

- Los piratas, a diferencia de la creencia popular, aparentemente no enterraban los tesoros, ¡se los gastaban! ¿Dónde han encontrado algún tesoro enterrado por piratas?

- Sabemos que es un mito, pero Adán y Eva, según el texto bíblico, no comieron manzana. Resulta que en el Génesis no se menciona el fruto en cuestión: "...pero del frto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él". Se cree que la manzana como fruto se popularizó debido a los pintores renacentistas.

- La famosa marcha de las mujeres ocasionada por el incremento del pan en la París de 1789, no estaba conformada por mujeres sino en su gran mayoría por hombres vestidos con ropa de mujer armados con cuchillos y hoces.

¿Algún chisme criollo o internacional que se haya convertido en leyenda? Cuéntanoslo. ;-)









sábado, 17 de octubre de 2015

No escribo ni leo...

Hace un par de semanas conversaba con una conocida que ronda el cuarto de siglo. Como suele pasar, la conversación fluía y pasaba vertiginosamente de un tema a otro, y llegué a escuchar la frase que me llevó a escribir este artículo: "Yo escribo muy mal, tengo que mejorar mi escritura", y poco después la respuesta a una pregunta que asumo todos se harán en este punto: "No me gusta leer".

Ahora, cuando la gente me responde con esas palabras yo me pregunto: "¿No te gusta leer qué?" Porque en definitiva, a menos que se sea analfabeta, todos los días se lee algo. Pancartas y anuncios en las calles, el menú de algún restaurante, los mensajitos que se reciben en el celular, o los textos que acompañan las fotos del Instagram, pues sí, todo eso se lee. Leer es tan necesario como respirar.

Está claro que quien hace uso de esa frase que en mi opinión nos resta poder: "No me gusta leer", limita enormemente su existencia. Leer da poder. Okey, no es que quiera exacerbar sus ansias de poder, eso nos sobra bastante en este mundo, me refiero específicamente al poder que brinda el conocimiento. Nada más sabroso que el saber. Bueno, así lo veo yo. Por otro lado tenemos el gusto por viajar, el recorrido por la imaginación y todo eso. ¿A quién no le gusta transportarse al mundo de una buena novela? Y con novela no me refiero a la basura machista que transmiten por televisión y que lamentablemente algunas mujeres deliran por ver para matar su tiempo de ocio, me refiero a las novelas de verdad. Sí, esos textos escritos con historias de todo tipo, históricas o de ficción, y de todos los géneros, thriller, acción, policíacas, románticas, etc. De esos que nos obligaban (a algunos) a leer en la escuela. Creo que no hay país en el mundo occidental donde "El Principito" ("Le Petit Prince" o "The Little Prince") de Antoine de Saint-Exupéry no haya formado parte de los libros de lectura obligada en primaria. Si eres de latinoamérica, sin duda ahí no faltó "Cien años de soledad" de Gabriel García Márquez. La primera vez que lo leí, me dediqué a hacer el árbol genealógico de los Buendía porque es que si no lo haces te pierdes. Imagino que todos lo hacen... A los venezolanos de mi época nos tocó "Piedra de Mar" de Francisco Massiani, libro que me enamoró y cautivó hasta el sol de hoy, y con el cual he intentado cultivar el interés por la lectura en algunas personas, (aunque hasta ahora creo que no lo he conseguido).

¿Y qué hay de las bibliotecas?

Nada más maravilloso que tener una buena biblioteca en casa, aunque sea pequeña. Siempre hacen falta algunos clásicos, y poco a poco se le va agregando un libro por aquí y otro por allá. Lo moderno también es válido, se vale el Kindle o cualquier otro libro electrónico. La verdad es que brindan mucha comodidad por su poco peso y capacidad casi ilimitada, aunque admito que prefiero el libro impreso, el olor de las hojas es parte de la magia. 

Pero volviendo al punto inicial de este post, conversaba con alguien que me mencionaba su mala ortografía. ¿Y qué relación tiene esto con los libros?  Simple, el que lee, sin darse cuenta, va adquiriendo gran cantidad de conocimientos, tanto por el contenido de lo que lee como por la lectura en sí, ya que la continua observación de las palabras correctamente escritas, lo llevará a mejorar enormemente su ortografía, e incluso su capacidad de redacción y de expresión de ideas. No tenemos mala ortografía por fallar en nuestros estudios de primaria, tenemos mala ortografía porque no leemos. Y no se trata de tener un libro del tamaño de una patilla y del grosor de un diccionario, pero sí de buscar información sobre ese tema de interés (todos tenemos uno o varios), y leer un poco (aunque sea de vez en cuando). Quienes no lo hacen en la actualidad se encontrarán con un mundo maravilloso y quienes ya son ávidos lectores, pues, ya lo saben bien. En conclusión, no hay nada mejor que un buen libro.

P.D. No es fácil hacer un top 5 de los libros favoritos de todos los tiempos, pero haré un pequeño intento sin orden específico:

1. Piedra de mar. Francisco Massiani
2. Shogun. James Clavell
3. La Casa Noble. James clavell
4. Cien años de soledad. Gabriel García Márquez
5. 1984. George Orwell

Ya sé que James Clavell está repetido, ¿pero qué les puedo decir? Sus sagas asiáticas me fascinan.

¿Y cuál es tu top 5?

Autor: René Martín

No me considero una persona violenta... yo!, pero después de 25 años jugando Rugby, y bueno, una que otra aventura donde saber girar las manos era importante me quedaron algunas secuelas, ahí, muy profundo dentro de mí , pero que se puede llegar (aunque sea con submarino) si se lo proponen. Fue así como un día de otoño tuve un incidente con los que se suponía tenía que ser solo paz y amor.
Cuando nos mudamos a Barcelona yo estaba un poco paranoico, pues Praga es una ciudad grande pero con vida de pueblo, allá no pasa nada, si hay un atraco sale en todos los periódicos y telediarios y seguro es un ladrón en silla de ruedas con un cuchillo de plástico de esos que uno da en la fiestas, es un ciudad pacifica y segura donde lo más feo que te encuentras en la noche es un borracho. Bueno, Barcelona no es Caracas pero yo igual estaba mosca, mi esposita se sabe defender pero eso de irla a visitar a la cárcel después de haber matado a un atracador a golpes con el brazo de otro no estaba en mis planes. Mi hijo pequeño es mi tesoro y bueno, cuando salían solos los primeros días yo no dejaba de decirles: Mosca! Cuidao'! Coge la cartera así! No hablen con extraños, si pasa una vaina corre pa' la casa no te entres a coñazos! Si, si, yo se que exageraba pero bueno soy de Caracas y eso queda le queda a uno allí tatuado en el subconsciente. Paso un día, creo que fue un Sábado que Marta me dice que se va al parque con Marco a pasear un rato y bueno antes de que se fueran les leí la cartilla!... después de unos: Si, si ya sé, ya sé (con los ojos volteaos pa' arriba) se fueron. Yo tenía que trabajar (esa era la excusa para no ir) en realidad lo que quería era tomarme mi tiempo para bañarme, afeitarme con caaaalma, sin el baño ocupado o el típico: Papaaa Papaaa tengo pipiiii abreeee!!! o el: Ya va que cojo el cepillo y ya esta... ejeeee! ese culote!!! jejeje! ... Yo estaba por fin solo! me quite la ropa y en rueda libre me paseaba por todo el apartamento comiéndome un Corneto y rascándome mis bolitas como corresponde sin tener que hacerme el pendejo como cuando hay gente cerca, me bañe, no joooda... como una hora, con calma, me seque, me puse los interiores, me corte las uñas y me fui a afeitar, yo allí de lo mas relax batiendo mi espuma como quien menea un vaso e' chicha con el pitillo, sonriéndome como un pendejo a mi mismo en el espejo y escuchando mi música!!!... mi música!!! y no el himno de Pokemon por milésima vez! que depinga Dios!... Pero sucedió que a mitad de la vaina, con media chiba afeitada y en la mejor parte de Ávila! Cerro el Ávila!.. se pega alguien al intercomunicador que en mi casa suena como un camionero mexicano a punto de estrellarse!... PEEEE PEEEEE PEEE PEEEEEEEE!!!... Verga!!! ¿QUIEN TOCA ASI?... no joda y enseguida caí en que mi familia estaba afuera y que eso era un toque de intercomunicador en clave PANICO TOTAL!!!... por lo que salí del baño llevándome toda verga por delante, hasta el gato salió volando en posición de X giratoria, casi me escoñeto al seguir de largo en la curva que da pa' la sala y fue el final de la muñeca de porcelana que nos regalo mi cuñada el Diciembre pasado (menos mal) y como pude, haciendo todo tipo de maromas con los brazos para mantener el equilibrio como si estuviera bailando el baile de los pajaritos llegue por fin al intercomunicador, no joda cogí esa vaina y con voz de profeta del fin del mundo pregunte: ¿QUIEN EH'?... una voz desconocida de hombre me respondió al otro lado: BAJA! BAJA INMEDIATAMENTE! ES URGENTE!!!... Panas míos... lo que me paso por la mente no lo puedo ni describir, pero pensé que mi familia mínimo iba a estar abajo en la calle apachurrada por un camión de 12 morochas!... la bocina del intercomunicador quedo dando vueltas en el aire mientras yo salia como alma que lleva el diablo por esa puerta, así, descalzo, sin camisa y en interiores a caerle a coñazos al botón del ascensor... pero nada, la vieja loca Polaca del piso 4 lo tenía retenido metiendo su puta andadera del coño!!!.. en un movimiento digno del Hombre Araña salte pa' las escaleras y cogí pa' bajo como un meteoro... Coño! 5 pisos (pues yo vivo en un Penth House) pensando en las 1000 formas en la que mi familia podía haber sido asesinada!!... llego a la planta baja y solo me quedaban los 15 metros planos (con obstáculos) hasta la puerta principal donde se podía ver detrás del vidrio lechoso de la entrada una silueta anaranjada que pensé no era otra cosa que el paramédico de la ambulancia!!!... por andar descalzo y el piso muy pulido me di tremenda estrellada con la puerta que hasta hoy tengo tatuadas las florecitas de la reja en el brazo izquierdo... Mas cagado quel coño, pero resignado a mi destino abrí la puerta y salí... ¿Y qué es lo que me he encontrado?... un Hare Kryshna... UN PUTO HARE KRYSNAAAAAA!!!... con un poco de libros en los brazos y una sonrisa de pendejo con fumao' que me pone la maño en el pecho y me dice: Hombre! Que rápido has bajado!!! Te traigo la buena nueva del humilde Krysna!... No sé si alguno de ustedes lo ha vivido, pero un calor inmenso me subió desde el estomago como si fuera lava, se apodero de mi, en un instante y perdí el control de mi mano derecha que solo pude alcanzar a ver clavándose a 300 kilometros por hora en el cachete del cabrón Hare Krysna este de mierda que voló por los aires como en las películas y cayo noquiao en la acera con los brazos y las piernas abiertas y todos los putos libritos que cargaba regados alrededor!... No joooda!!! En un minuto le recite todas las groserías y maldiciones que había aprendido en toda mi vida!!... cuando fui a dar el primer paso para tirármele encima, me di cuenta que estaba en interiores y con media cara llena de espuma de afeitar, mire a mi alrededor y tenía un semicírculo de gente ya con los ojos pelaos y todos los putos celulares click que te click!! me doy la vuelta para escapar pero la puerta se me había cerrado!!!.. como un idiota empecé a marcar mi propio intercomunicador como si el gato me fuera a abrir... que gueeeevo!!! me pegue al vidrio a ver si había o venia alguien y en efecto una silueta rosa se acercaba... DIOS!!!.. era la vieja polaca en su andadera!!! Iba a llegar mañana!!!!... nada!... asumí mi barranco y cuando me volteé para pagar la arrechera con el puto monje... me fije que ya no estaba, había desaparecido el muy cabrón!!... mire a mi publico... y todos con caras de aguantarse la risa me apuntaron para la avenida (como invitándome a salir corriendo en interiores a perseguirlo) por supuesto esperando terminar sus videos con broche de oro!, en eso se abrió la puerta, la vieja polaca!, la pure no se lo podía creer, entre como si llevara un Smoking y subí a mi casa pero para encontrarme con que también se me había cerrado la puerta de la casa. Allí me encontraron Marta y Marco una hora después, ya con la espuma seca y con pinta de naufrago, Marta me mira y me dice: ¿Y tú qué? ¿estabas trabajando en la Rambla de Fakir? Verídico!

miércoles, 7 de octubre de 2015

Las bestias del ático... Autor: René Martín

Las bestias del ático 

En los momentos de la más absoluta paz, esos instantes en los que nos relajamos, estiramos las piernas y olvidamos nuestros problemas, cuando ya ni podemos sostener la revista, que se nos cierran los ojos y el café hace rato que perdió su efecto, Sí!, es en esos momentos cuando suelen pasar las cosas más locas y absurdas que nos cogen por sorpresa y nos ponen el corazón a latir como los timbales de Tito Puente. Fue en un plácido día de primavera cuando mi merecido momento de reláx fue interrumpido (de coñazo) por las bestias enfurecidas del Ático.
Como una vez les expliqué, yo viví en un pequeño pueblito llamado Frydstejn, en medio del Paraíso de Bohemia, en una casa muy antigua pero muy bonita justo en frente de las ruinas del legendario Castillo de Frydstejn. Era una casa muy vieja, muy grande pero muy acogedora, la pude alquilar muy barata, así que me sentía como Rico Mac Pato de vacaciones en un lugar paradisíaco, con unas vistas estupendas del valle. La casa tenía dos plantas y después un pequeño ático, que era más bien un desván donde se ponían los cachivaches. Yo nunca había subido, solo me había asomado a través de la trampilla, y al ver todo como en las películas de terror cerraba esa vaina y le daba 6 vueltas a la llave. Mi habitación quedaba arriba y era genial... tenía una chimenea y echarse junto a ella en un cómodo sofá con la ventana en frente y ver allá a lo lejos las siluetas de los castillos de Trosky y Valdstejn rodeados de bosques era un poema. Había estado metiendo carbón en el sótano como un esclavo toda la tarde (después les echaré ese cuento), así que después de terminar, bañarme, cenar muy rico y prepararme un tecito, me tiré en el sofá como la Maja Desnuda de Goya y me puse a ojear un prospecto del supermercado (ya me había leído hasta las etiquetas de los enlatados). Buen... allí acostadito, casi ya guindando, de repente estalla el ruido (a todo gañote) más horrible que se puedan imaginar!!!! parecía que se estuvieran peleando Godzilla y King Kong, una verga de sonido como de un tigre con tiranosaurio y gato electrocutao' que me hizo pegar un salto como el gato Tom y caer de espalda detrás del sofá y dejarme allí atrapao' con las patas pa' arriba haciendo como una cucaracha volteaa' en un frenesí terrible de susto, pánico, sorpresa y cagazón!!!. ¿¿¿QUÉ MIERDAAA ES ESAAA, DIOS MÍO??? El ruido sesó de la misma forma en que había aparecido... de coñazo! Me levanté... despaciiiito... asomando primero una mano, después la otra y por último levantando mi cabeza hasta la altura de los ojos allí detrás del sofá! mire pa' un lao... mire pal otro... mira pa' arriba... nada! No, no... eso no me lo pude haber imaginado... umn uun! Me levanté por fin, y bueno, traté de acomodarme la bata y cuando me amarraba la vaina.... noooo joooodaaaaa.... WUIIIIIIUUUUU AAAARGGGGGG IIIIIIKKKKK GRRRRR  AAAAUUUUUIIIII!!!!!  Otra vez!!! Pecho a tierra, compadre!!! Me arrastré hasta el pasillo y allí la vaina era mucho peor!!! Coño... coño, cooooño... pegué un salto pa' las escaleras y bajé (rodando) hasta que me paró un sillón y allí me quedé, con los ojos pelaos, tratando de entender qué había pasado! El ruido paró de nuevo, y escuché entonces unos pasos como con pezuñas que venían del piso del que justo había escapado como un saltador olímpico! Me reincorporé y ahí si dije: "No joda... a esta verga la clavo en un palo, no joda!!" Fui al despacho y cogí mi mega escopeta Browning Maxus calibre 12 y subí en plan Helmer Gruñón por las escaleras, dispuesto a matar lo que sea que viera, así fuera a Franta o al Ahorcao! Sigo escuchando gruñidos y pasos que se arrastran arañando la madera y no joda... adrenalina full... marcapasos en la cesta de la compra en Amazon... cara de cagao' valiente... continúe subiendo hasta llegar al pasillo, allí me percaté que el sonido provenía del ático! Coño!Qué podría estar viviendo en mi ático que hace esos ruidos de mierda????!!!!! Nada... yo no me podía largar en ese momento, ni de vaina!... después de que un jabalí me comiera la bicicleta estaba prácticamente atrapado... y si llamaba al viejo Leidar iba a ser peor!!! Bueno, amigos, así que decidí bajar la escalera plegable, y subir de coñazo disparando como Rambo en esa vaina, y que fuera lo que Dios quiera! Metí la llave, abrí la cerradura, cogí la trampilla con la mano izquierda, con la derecha la escopeta, empiné el culo, cogí vuelo y pegando un grito a lo BAAAAANNNZAAAAAAIIIIIII!!!!! tiré la trampilla pa' tras y PUM!! PUM!!! PUM!!! Mala idea! Primero: El ruido de los tiros en ese espacio cerrado de vaina me vuela los tímpanos pa' la mierda! Segundo: El retroceso me tiró como tres metros pa' atrás y me escoñeté sobre un poco de cajas viejas, y tercero: Se cerró la trampilla y me quedé en esa verga a oscuras y no me veía ni la nariz!!! Tirado sobre las cajas allí, como una mujer dando a luz, metí dos cartuchos más y me paré como un ninja dándome un coñazote con una de las vigas del techo! Nada! me puse en posición de combate sin saber ni siquiera para donde estaba apuntando! No oí nada! (tampoco podía mucho después de esos tiros de antes), pero de repente escuché... coño, y sí que lo escuché, una verga que se cayó a mi derecha y volví a prender el infierno en esa verga!!!! PUM!!! PUM!!! Ahora sí que estaba jodido, porque me terminé de joder los oídos!! PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!! era solo lo que escuchaba. Nada, panas... con el pie buscaba la trampilla, y cuando la encontré abrí esa verga y salté pa' abajo como poseído! No joda, corrí hasta el despacho y me volví a apertrechar!, pero nada... pasó una hora y nada... así que busqué la linterna y volví a subir. Lo que sea que había sido eso estaba muerto o llegando a Praga! Abrí la trampilla y ya con luz pude ver que había una lámpara en el techo de esas de cadena, la encendí y para mi sorpresa... allí estaban dos mangostas (especie más grande de las comadrejas), muertas e' bola y abrazadas. Tal vez subieron al ático a robar el relleno del aislante o a dormir y se encontraron la una con la otra y se entraron a coñazos, ese fue el ruido demoníaco que me arruinó la noche de reláx. No lamenté haberlas matado más de lo que lamenté el dolor de mis oídos por una semana! Me imagino que cuando entré hecho Chuck Norris pegando tiros se abran cagado y se abrazaron del susto y alguna de las dos tumbó esa lámpara que al final delató su ubicación. Verídico!


Los relatos de René Martín

Hace un par de meses, creo que incluso menos, comencé a toparme con una serie de relatos cortos en un grupo de Facebook que realmente me alegraban el día. Por un motivo algo complicado de explicar, lamentablemente no pudo seguir publicando sus maravillosos cuentos cortos en ese grupo, por lo que estaré publicando algunos de ellos en este blog. Espero que los disfruten tanto como yo. Abrazos, Yiyi 

martes, 20 de agosto de 2013

El regalo


Si hubiese sabido que ese encuentro negado
Despertaría en mí sentimientos tan bien guardados
Lo lógico sería pensar
Que desearía que no hubiese pasado
Sin embargo, es todo lo contrario
Jamás me lo hubiese negado…

Gracias vida por darme este regalo
Gracias Dios por habérmelo brindado
Los regalos así no se rechazan
Se reciben, se agradecen y se pagan

Aunque con melancolía;  sonrío
Pues tengo la certeza de aquel que no huye a nada
Este corazón no late solo
Ese ritmo agitado, único y desenfrenado
Lo comparte con el tuyo
Palabras no necesita…

Gracias vida por darme este regalo
Gracias Dios por habérmelo brindado
Los regalos así no se rechazan
Se reciben, se agradecen y se pagan

Pero cómo le explico a este solitario corazón
Que en esta vida no le toca
Por favor, dime cómo hacerle entender
Que no es suficiente sentir
Que siempre debe haber más
Debe haber más…

Gracias vida por darme este regalo
Gracias Dios por habérmelo brindado
Los regalos así no se rechazan
Se reciben, se agradecen y se pagan

No me arrepiento de nada
Aunque eso de nada nos sirva y no cambie nada
Aquí nos quedaremos
Mi solitario corazón y yo
Con su ritmo agitado único y desenfrenado
Esperando…

Me quedan los recuerdos, y la fotografía
Quizás en otra vida…